Imagen tomada de http://toctocmatematicas.blogspot.com/p/estadistica.html
La
educación actual afronta múltiples retos.
Uno de ellos es dar respuesta a los profundos cambios sociales,
económicos y culturales que se prevén como consecuencia de una "sociedad
de la información". En
consecuencia, a nivel internacional los contenidos estadísticos en los curriculos
de todos los niveles educativos (Primaria, Secundaria y Universitaria) se han
incrementado notablemente, lo que ha propiciado un crecimiento en el interés
por los temas educativos relacionado con la enseñanza aprendizaje de la
Estadística y la Probabilidad.
Según Holmes (2002), la enseñanza de la estadística y probabilidad,
a nivel de la enseñanza básica, fue introducida en 1961 en el currículo de
Inglaterra en forma opcional para los estudiantes de 16 a 19 años que querían
especializarse en matemáticas, con el fin de mostrar las aplicaciones de las
matemáticas a una amplia variedad de materias.
Holmes y su equipo, con el proyecto School Council Project (Holmes,
1980) mostraron que era posible iniciar la enseñanza ya desde la escuela
primaria, justificándola por las razones siguientes:
·
La estadística es una parte de la educación general
deseable para los futuros ciudadanos
·
Los adultos, quienes precisan adquirir la capacidad de
lectura e interpretación de tablas y gráficos estadísticos que con frecuencia
aparecen en los medios informativos.
·
Es útil para la vida posterior, ya que en muchas
profesiones se precisan unos conocimientos básicos del tema.
·
Su estudio ayuda al desarrollo personal, fomentando un
razonamiento crítico, basado en la valoración de la evidencia objetiva.
·
Ayuda a comprender los restantes temas del currículo,
tanto de la educación obligatoria como posterior, donde con frecuencia aparecen
gráficos, resúmenes o conceptos estadísticos.
Estas recomendaciones han hecho que la estadística se
incorpore cada vez dentro del sistema educativo. A nivel latinoamericano, Santaló (1980) ya
presentaba un informe en una audiencia internacional, indicando que la
estadística se incluyó en la escuela secundaria en Argentina, para alumnos de
16 años en 1966 y para alumnos de 13 años en 1967. Más recientemente, Terán (2002) analiza los
contenidos de la Ley Federal de Educación en Argentina, que la incluye desde la
Educación General Básica al Polimodal.
En los últimos años se ha venido forjando el término “statistics
literacy” para reconocer el papel del conocimiento estadístico en la formación
elemental. El hecho de que el Sexto
Congreso Internacional sobre Enseñanza de la Estadística, celebrado en la
Ciudad del Cabo en Julio del 2002, tuviese como lema “El desarrollo de una
sociedad estadísticamente culta”, así como las dos ediciones (tercera en
preparación) del Foro Internacional de Investigación sobre Razonamiento,
Pensamiento y Cultura Estadística (1999, Kibbutz Be’eri, Israel, 2001,
Armidale, Australia, 2003, USA) y las numerosas publicaciones y proyectos sobre
el tema, son un claro indicador de esta relevancia (Moreno, 1998; Gal, 2002;
Murray y Gal, 2002).
El objetivo principal no es convertir a los futuros
ciudadanos en “estadísticos aficionados”, puesto que la aplicación razonable y
eficiente de la estadística para la resolución de problemas requiere un amplio
conocimiento de esta materia y es competencia de los estadísticos
profesionales; tampoco se trata de capacitar a los jóvenes en el cálculo y la
representación gráfica, puesto que las computadoras actuales resuelven este
problema. Lo que se pretende es
proporcionar una “cultura
estadística”,
“que se refiere a dos
componentes interrelacionados: a) capacidad para interpretar y evaluar
críticamente la información estadística, los argumentos apoyados en datos o los
fenómenos estocásticos que las personas pueden encontrar en diversos contextos,
incluyendo los medios de comunicación, pero no limitándose a ellos, y b) capacidad
para discutir o comunicar sus opiniones respecto a tales informaciones
estadísticas cuando sea relevante” (Gal, 2002).
El término, que ha ido surgiendo de forma espontánea
entre los estadísticos y educadores estadísticos en los últimos años, quiere
resaltar el hecho de que la estadística se considera hoy día como parte de la
herencia cultural necesaria para el ciudadano educado. El
estudio de la estadística ayuda al desarrollo personal, fomenta el razonamiento
crítico, basado en la valoración de la evidencia objetiva; el ser humano debe
de ser capaz de usar datos cuantitativos para controlar sus propios juicios e
interpretar los de los demás; es importante adquirir un sentido de los métodos
y razonamientos que permiten transformar estos datos para resolver problemas de
decisión y efectuar predicciones (Ottaviani, 1998). Ottaviani señala
(1998):
“a nivel internacional la UNESCO implementa
políticas de desarrollo económico y cultural para todas las naciones, que
incluyen no sólo la alfabetización básica, sino la numérica. Por ello los
estadísticos sienten la necesidad de difusión de la estadística, no sólo como
una técnica para tratar los datos cuantitativos, sino como una cultura, en
términos de capacidad de comprender la abstracción lógica que hace posible el
estudio cuantitativo de los fenómenos colectivos”.
Asimismo, los organismos oficiales de estadística se han
concienciado de la necesidad de hacer llegar los estudios que realizan en forma
comprensible a todos los ciudadanos y al mismo tiempo mejorar la imagen pública
de la estadística. Además de poner el
énfasis en la provisión de información y consejo para el gobierno y uso
profesional y en investigación, las organizaciones estadísticas oficiales se
interesan en proporcionar información a la sociedad, como un todo. Pero como indica Cox (1997)
“la valoración pública de los principios
generales en la interpretación de la evidencia, falta en muchos aspectos de los
artículos en la prensa y programas de radio y televisión”,..”La información, a
veces sensacionalista de los resultados de pequeños estudios, frecuentemente
mal diseñados, es especialmente preocupante”
Por
otro lado, el estudio de esta disciplina ayuda a comprender otros temas del
curriculum, tanto de la educación obligatoria como posterior, donde con
frecuencia aparecen gráficos, resúmenes o conceptos estadísticos.
Otro
aspecto que fue ya señalado por Fischbein (1975) es el carácter exclusivamente
determinista que el currículo de matemáticas ha tenido hasta hace unos años, y
la necesidad de mostrar al alumno una imagen más equilibrada de la
realidad: "En el mundo
contemporáneo, la educación científica no puede reducirse a una interpretación
unívoca y determinista de los sucesos.
Una cultura científica eficiente reclama una educación en el pensamiento
estadístico y probabilístico".
Más
recientemente, Begg (1997) señala que la estadística es un buen vehículo para
alcanzar las capacidades de comunicación, tratamiento de la información,
resolución de problemas, uso de ordenadores y trabajo cooperativo y en grupo, a
las que se da gran importancia en los nuevos currículos. Además, la
probabilidad y la estadística se pueden aplicar fácilmente, puesto que no
requieren técnicas matemáticas complicadas. Sus aplicaciones, proporcionan una
buena oportunidad para mostrar a los estudiantes la utilidad de la matemática
para resolver problemas reales, siempre que su enseñanza se lleve a cabo
mediante una metodología heurística y activa, enfatizando la experimentación y
la resolución de problemas.
Ampliación del tema:
http://www.cimm.ucr.ac.cr/simposios/ajaxplorer/repositorios/simposio17/recursos/La%20Estad%EDstica%20como%20herramienta%20tecnol%F3gica.doc
Ampliación del tema:
http://www.cimm.ucr.ac.cr/simposios/ajaxplorer/repositorios/simposio17/recursos/La%20Estad%EDstica%20como%20herramienta%20tecnol%F3gica.doc
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