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lunes, 21 de octubre de 2013

LOS APORTES DE LA ESTADÍSTICA EN LA EDUCACIÓN




La educación actual afronta múltiples retos.  Uno de ellos es dar respuesta a los profundos cambios sociales, económicos y culturales que se prevén como consecuencia de una "sociedad de la información".  En consecuencia, a nivel internacional los contenidos estadísticos en los curriculos de todos los niveles educativos (Primaria, Secundaria y Universitaria) se han incrementado notablemente, lo que ha propiciado un crecimiento en el interés por los temas educativos relacionado con la enseñanza aprendizaje de la Estadística y la Probabilidad. 

Según Holmes (2002), la enseñanza de la estadística y probabilidad, a nivel de la enseñanza básica, fue introducida en 1961 en el currículo de Inglaterra en forma opcional para los estudiantes de 16 a 19 años que querían especializarse en matemáticas, con el fin de mostrar las aplicaciones de las matemáticas a una amplia variedad de materias.   Holmes y su equipo, con el proyecto School Council Project (Holmes, 1980) mostraron que era posible iniciar la enseñanza ya desde la escuela primaria, justificándola por las razones siguientes:

·                La estadística es una parte de la educación general deseable para los futuros ciudadanos

·                Los adultos, quienes precisan adquirir la capacidad de lectura e interpretación de tablas y gráficos estadísticos que con frecuencia aparecen en los medios informativos.

·                Es útil para la vida posterior, ya que en muchas profesiones se precisan unos conocimientos básicos del tema.

·                Su estudio ayuda al desarrollo personal, fomentando un razonamiento crítico, basado en la valoración de la evidencia objetiva.

·                Ayuda a comprender los restantes temas del currículo, tanto de la educación obligatoria como posterior, donde con frecuencia aparecen gráficos, resúmenes o conceptos estadísticos.

Estas recomendaciones han hecho que la estadística se incorpore cada vez dentro del sistema educativo.  A nivel latinoamericano, Santaló (1980) ya presentaba un informe en una audiencia internacional, indicando que la estadística se incluyó en la escuela secundaria en Argentina, para alumnos de 16 años en 1966 y para alumnos de 13 años en 1967.  Más recientemente, Terán (2002) analiza los contenidos de la Ley Federal de Educación en Argentina, que la incluye desde la Educación General Básica al Polimodal.  En los últimos años se ha venido forjando el término “statistics literacy” para reconocer el papel del conocimiento estadístico en la formación elemental.  El hecho de que el Sexto Congreso Internacional sobre Enseñanza de la Estadística, celebrado en la Ciudad del Cabo en Julio del 2002, tuviese como lema “El desarrollo de una sociedad estadísticamente culta”, así como las dos ediciones (tercera en preparación) del Foro Internacional de Investigación sobre Razonamiento, Pensamiento y Cultura Estadística (1999, Kibbutz Be’eri, Israel, 2001, Armidale, Australia, 2003, USA) y las numerosas publicaciones y proyectos sobre el tema, son un claro indicador de esta relevancia (Moreno, 1998; Gal, 2002; Murray y Gal, 2002).

El objetivo principal no es convertir a los futuros ciudadanos en “estadísticos aficionados”, puesto que la aplicación razonable y eficiente de la estadística para la resolución de problemas requiere un amplio conocimiento de esta materia y es competencia de los estadísticos profesionales; tampoco se trata de capacitar a los jóvenes en el cálculo y la representación gráfica, puesto que las computadoras actuales resuelven este problema.  Lo que se pretende es proporcionar una “cultura estadística”,

“que se refiere a dos componentes interrelacionados: a) capacidad para interpretar y evaluar críticamente la información estadística, los argumentos apoyados en datos o los fenómenos estocásticos que las personas pueden encontrar en diversos contextos, incluyendo los medios de comunicación, pero no limitándose a ellos, y b) capacidad para discutir o comunicar sus opiniones respecto a tales informaciones estadísticas cuando sea relevante” (Gal, 2002).

El término, que ha ido surgiendo de forma espontánea entre los estadísticos y educadores estadísticos en los últimos años, quiere resaltar el hecho de que la estadística se considera hoy día como parte de la herencia cultural necesaria para el ciudadano educado.  El estudio de la estadística ayuda al desarrollo personal, fomenta el razonamiento crítico, basado en la valoración de la evidencia objetiva; el ser humano debe de ser capaz de usar datos cuantitativos para controlar sus propios juicios e interpretar los de los demás; es importante adquirir un sentido de los métodos y razonamientos que permiten transformar estos datos para resolver problemas de decisión y efectuar predicciones (Ottaviani, 1998). Ottaviani señala (1998):

 “a nivel internacional la UNESCO implementa políticas de desarrollo económico y cultural para todas las naciones, que incluyen no sólo la alfabetización básica, sino la numérica. Por ello los estadísticos sienten la necesidad de difusión de la estadística, no sólo como una técnica para tratar los datos cuantitativos, sino como una cultura, en términos de capacidad de comprender la abstracción lógica que hace posible el estudio cuantitativo de los fenómenos colectivos”.

Asimismo, los organismos oficiales de estadística se han concienciado de la necesidad de hacer llegar los estudios que realizan en forma comprensible a todos los ciudadanos y al mismo tiempo mejorar la imagen pública de la estadística.  Además de poner el énfasis en la provisión de información y consejo para el gobierno y uso profesional y en investigación, las organizaciones estadísticas oficiales se interesan en proporcionar información a la sociedad, como un todo.  Pero como indica Cox (1997)

“la valoración pública de los principios generales en la interpretación de la evidencia, falta en muchos aspectos de los artículos en la prensa y programas de radio y televisión”,..”La información, a veces sensacionalista de los resultados de pequeños estudios, frecuentemente mal diseñados, es especialmente preocupante”


Por otro lado, el estudio de esta disciplina ayuda a comprender otros temas del curriculum, tanto de la educación obligatoria como posterior, donde con frecuencia aparecen gráficos, resúmenes o conceptos estadísticos.

Otro aspecto que fue ya señalado por Fischbein (1975) es el carácter exclusivamente determinista que el currículo de matemáticas ha tenido hasta hace unos años, y la necesidad de mostrar al alumno una imagen más equilibrada de la realidad:  "En el mundo contemporáneo, la educación científica no puede reducirse a una interpretación unívoca y determinista de los sucesos.  Una cultura científica eficiente reclama una educación en el pensamiento estadístico y probabilístico".


Más recientemente, Begg (1997) señala que la estadística es un buen vehículo para alcanzar las capacidades de comunicación, tratamiento de la información, resolución de problemas, uso de ordenadores y trabajo cooperativo y en grupo, a las que se da gran importancia en los nuevos currículos. Además, la probabilidad y la estadística se pueden aplicar fácilmente, puesto que no requieren técnicas matemáticas complicadas. Sus aplicaciones, proporcionan una buena oportunidad para mostrar a los estudiantes la utilidad de la matemática para resolver problemas reales, siempre que su enseñanza se lleve a cabo mediante una metodología heurística y activa, enfatizando la experimentación y la resolución de problemas.


Ampliación del tema:
http://www.cimm.ucr.ac.cr/simposios/ajaxplorer/repositorios/simposio17/recursos/La%20Estad%EDstica%20como%20herramienta%20tecnol%F3gica.doc





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